Dieta es una de las palabras más usada en cualquier navegador de internet, pero también es un tema muy frecuente en conversaciones de amigos y familiares, de programas educativos, formación académica superior y además también califica como un móvil o razón para proyecto de marketing e ingreso de dinero.

En esta oportunidad voy a tocar 5 estilos de dietas con uso frecuente por las personas que intentan bajar de peso. La fuente de esta información son estadísticas de las tendencias de búsqueda en google.

El orden en que las nombro no significa su importancia o éxito reportados por su uso.

Dieta Cetogenica.-
escrita también con la letra K, Esta dieta tiene como propuesta fundamental la reducción drástica (<10-15%) de alimentos con alto contenido en carbohidratos y su sustitución por alimentos ricos en proteínas (< 30%) y grasas saludables (>70%).
La intención es cambiar al pasar el tiempo, la fuente de energía para el cuerpo de lo s azucares a las grasas, y visto del punto de vista de la eficiencia es una buena idea cambiar 4 calorias que produce un gramo de azúcar por 9 calorias que produce un gramo de grasa.
La reducción brusca del consumo de carbohidratos hace que nuestro cuerpo inicie un proceso denominado ‘cetosis’, que transforma nuestras grasas en moléculas que nuestro cuerpo quema como energía, produciéndose paulatinamente una disminución de la grasa corporal acumulada y en consecuencia: pérdida de peso.
Dentro del grupo de grasas saludables, lógicamente deben encontrarse las de tipo vegetal o las que siendo de tipo animal son consideradas de igual forma, como los ácidos grasos omega-3. Alimentos como el aguacate, coco, semillas, aceite de oliva, almendras, castañas, nueces y almendras, deben ser indispensables en este tipo de dieta.
Teniendo en cuenta las anteriores premisas, la dieta cetogénica clasifica los alimentos en dos grupos:
Permitidos: Carnes, pescados y huevos Jamón serrano, chorizo y tocineta Aceite de oliva, aceites, mantequilla y margarina Queso, crema de leche y yogurt sin azúcar Maní, nueces, avellanas, castañas, almendras Frutas Legumbres y vegetales Semillas de linaza, chía y girasol Mayonesa y mostaza.
No permitidos: Arroz, pasta, maíz judías, soja, garbanzos, guisantes Harina de trigo, avena Pan, tostadas Papa Tortas, dulces, galletas, chocolate Azúcar y edulcorantes Chocolate en polvo, leche

Dieta Carnivora o Vegan inversa.-
Esta dieta vuelve a los orígenes del ser humano, donde se alimentaba fundamentalmente de los animales que cazaba, como fuente principal de energía.
Este tipo de dieta tiene el similar propósito que la dieta cetogénica, ya que trata de reducir al máximo el consumo de carbohidratos, priorizando el consumo de proteínas y grasas procedentes casi en exclusiva de la carne. Al igual que la dieta cetogénica, la dieta carnívora también se aleja “peligrosamente” de lo establecido por el estándar de la dieta mediterránea, por lo que surgen numerosos detractores que manifiestan los múltiples inconvenientes de abandonar el consumo de vegetales y monopolizar nuestra alimentación con carne.
Entre los inconvenientes, destaca la falta de aporte de vitamina C, ausente en la carne y que resulta necesaria para asimilar la vitamina K presente en la misma, otro gran ausente en esta dieta es la fibra tan importante en la salud digestiva.

Dieta de ayuno intermitente.
Una de las dietas que ha duplicado sus búsquedas durante el 2018.
Existen dos versiones de esta dieta, aunque ambas basan su funcionamiento en una reducción brusca de la ingesta de calorías. Ayunos cortos (< 24 horas): • 16:8: ayuno durante 16 horas, pudiendo realizar comidas 8 horas al día. • 20:4: incrementamos a 20 horas de ayuno frente a las 4 de ingesta de alimentos. Ayunos largos (> 24 horas):
• 24: ayuno durante un día completo, por ejemplo, realizando una comida al día y no ingiriendo más alimentos hasta esa misma comida del siguiente día.
• 5:2: ingesta normal durante 5 días y reducción de los 2 restante hasta las 500 cal diarias.
• 36: ayuno de un día y medio, por ejemplo, cenando el primer día y ayunando durante todo el segundo día hasta el desayuno del tercer día.
Los resultados de esta dieta son evidentes siempre y cuando la suma de las calorías ingeridas durante los periodos de no ayuno sea menor a las quemadas por nuestro organismo durante los periodos de ayuno.

Dieta paleolítica.-
Una de las dietas más extendidas dentro del ‘star system’ en Hollywood, lo que ha facilitado la viralización de una dieta que pretende retroceder al Paleolítico e imitar la forma en que nuestros antepasados se alimentaban. Como resultado de este retroceso nutricional al Paleolítico, esta dieta tan sólo admite como válidos para el consumo los alimentos que surgían de la caza o la recolección de vegetales, alejándose de cualquier alimento procesado.
A partir de esta premisa podremos consumir:
• Carnes y pescados
• Productos derivados de los animales: huevos, miel, etc.
• Frutas
• Frutos secos (crudos)
Como puede verse, la dieta paleolítica se centra en la calidad de los nutrientes aportados por los alimentos (grasas saludables) y no en las proporciones de estos.
A pesar de los beneficios mencionados existen muchos detractores que manifiestan la incompatibilidad esta dieta por el carácter sedentario de la sociedad actual, así como por la eliminación de alimentos considerados importantes para el desarrollo fisiológico de las personas como los lácteos, legumbre y cualquier tipo de grano.

Dieta FODMAP o dieta del colon irritable.-
Aunque esta última no es una dieta que tenga como objetivo bajar peso, cada vez está teniendo más adeptos, ya que trata de solucionar una patología que sufren un gran porcentaje de la población, colon irritable.
Las siglas de la palabra que da nombre a esta dieta provienen de las palabras en inglés de oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables. Y es que precisamente son estos componentes presentes en algunos alimentos los que provocan la patología de colon irritable.

Por ello esta dieta elimina cualquier alimento rico en carbohidratos de ese tipo (cadena corta), como:
• Trigo y centeno
• Ajos
• Diversas hortalizas y legumbres (cebollas, alcachofas, brócoli, coliflor, etc.)
• Lácteos
• Miel
• Diversas frutas (manzana, ciruelas, peras, etc.)
La patología se produce como consecuencia de la no digestión de estos alimentos al llegar al intestino grueso, lo que provoca la aparición de bacterias y las patologías vinculadas.
En cualquier caso, los especialistas recomiendas realizar previamente una consulta y posterior seguimiento a toda aquella persona que pretenda iniciarse en esta dieta, ya que la ausencia de determinados nutrientes procedentes de los alimentos “prohibidos” debe ser compensada con otros.

Que pendiente dos dietas muy importantes de conversar La dieta Mediterránea y la dieta de los puntos

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